ARGUMENTOS PROGRESISTAS N.º 53, septiembre-octubre 2023

RODOLFO LLOPIS Y ESPAÑA A COMIENZOS DE LOS AÑOS SESENTA

Un hombre con lentes Descripción generada automáticamente con confianza media

En 1961, Rodolfo Llopis, representante del PSOE en el Congreso de la Internacional Socialista, lamentó la suposición de que la colaboración con el Franquismo sirviera para democratizar España. Había quedado acreditado lo erróneo de esa conjetura, pero eso no debía desanimar a los demócratas. También lamentó la falta de colaboración de las democracias en 1936 con la República española

Entre los días 23 y 27 de octubre de 1961, hace más de sesenta años, se celebró el VII Congreso de la Internacional Socialista en Roma. Allí habló Rodolfo Llopis representando al Partido Socialista Obrero Español. Este artículo recuerda lo que el propio líder español publicó luego en Le Socialiste, en la parte correspondiente a España de su intervención.

Llopis no pudo dejar de expresar un cierto malestar o indignación por el caso de España al explicar que quienes querían tranquilizar su conciencia habían defendido que la política de ayuda al franquismo serviría para democratizar el régimen, pero que ya se habrían convencido del error de esta política que calificó de desdichada. Ninguna dictadura se suicidaba voluntariamente. Pero, además con esa actitud o política habían contribuido a que los antifranquistas españoles hubieran perdido su fe en la democracia, algo que el líder socialista consideraba como algo muy grave para el porvenir de un país que había derramado tanta sangre para defender las libertades.

Llopis hizo un repaso de la España del momento, y recordó cómo las democracias se equivocaron en 1936 cuando en “su ciego egoísmo abandonaron la democracia española creyendo que con nuestro sacrificio se ahorrarían ellos el suyo”. Como bien se sabido, se convencieron muy pronto de un error que terminó por ser trágico. Pero, sobre todo, Llopis fue muy tajante con los que después habían contemporizado con el fascismo, porque constituía una amenaza que resurgía en algunos países democráticos.

El líder socialista también expresó que los socialistas españoles podrían tener muchos motivos para desmoralizarse, pero que no lo harían, recordando que conservaban la fe en la “causa justa que defendemos, y porque tenemos confianza plena en el pueblo español”. Pero, además, porque eran conscientes de contar con la solidaridad activa de la Internacional Socialista, y con la de los demócratas verdaderos.

Hemos consultado el número del 28 de diciembre de 1961 de Le Socialiste.

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