ARGUMENTOS PROGRESISTAS N.º 48 noviembre-diciembre 2022

MUSICANDO… EL CAMBIO CLIMÁTICO

José Ramón Rebollada

Ritchie Blackmore’s Rainbow, I surrender

 

¡Me rindo! Hoy, ahora, acabo de decidir que nada de lo que diga o haga servirá absolutamente para nada.

Entonces ¿para qué seguir empeñado en el absurdo de razonar?

Las evidencias son eso: evidencias, no están sujetas a discusión o intrigas. El agua se vierte en el sumidero

en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur y al contrario en el norte. Se debe en buena parte al llamado “Efecto Colioris”. Es así.

Cuando hay una tormenta, primero vemos el rayo o el relámpago y después oímos el trueno. No digo que el rayo y el relámpago sean lo mismo, solo que los vemos antes de escuchar el trueno. Es así.

A pesar de las estupideces que dicen los “terraplanistas” antiguos y modernos, la Tierra, y el resto de los planetas y estrellas, son esferas. Es así.

Una colmena de abejas funciona de una determinada manera con su reina, sus obreras y sus zánganos; y solo de esa manera, no de otra. Es así.

Un triángulo equilátero tiene sus tres lados iguales y sus tres ángulos internos miden lo mismo. Es así.

El terrorista sistema económico capitalista no reparte la riqueza, a pesar de lo que presume de ello. Según el estudio de Intermon Oxfam, 263 millones de personas en el mundo viven en extrema pobreza. Eso es vivir con menos de 1,90 dólares al día. Según los datos del nada sospechoso Banco Mundial, más de 250 millones de personas en el mundo viven con menos de 60 dólares al mes desde el inicio de la pandemia. Es así. Para ser más precisos, con datos del propio sistema capitalista, el 85% de la población mundial vive con menos de

30 dólares al día y ahí estamos nosotros, todos los habitantes del llamado “mundo rico”. Es así.

Por el contrario, durante la pandemia se crearon 573 “milmillonarios” en el mundo. Es verdad que unas pocas personas poseen el 13,9% del PIB mundial. Es así. Y si esto tiene algún sentido que escape a la lógica capitalista, que alguien más listo que yo, me lo explique de forma que pueda entenderlo.

La acumulación de la riqueza en manos de unos pocos, defendida y fomentada por el sistema capitalista, es la responsable de la inmensa mayoría de los problemas de la humanidad, incluyendo la pobreza generalizada, la provocación del cambio climático que destruirá nuestra existencia como especie (quizá para bien), la esquilmación de los recursos naturales que consumimos como si no hubiera un mañana ni unas generaciones futuras. Lo dicen hasta los propios capitalistas del Banco Mundial y no sirve de nada. Nos encaminamos al desastre sin que los millones y millones de pobres del mundo seamos capaces ni siquiera de darnos cuenta. De nada sirven los datos, los estudios, las evidencias de la catástrofe planetaria que se avecina a pasos agigantados. No veo nada que provoque, no ya una reflexión, sino un posicionamiento político sobre nuestro futuro como especie, ni nadie parece ver necesario exigir y depurar la responsabilidad de los ricos en la destrucción de todos nosotros y nuestro planeta.

A la vista de todo ello no tengo esperanza alguna de que mis torpes reflexiones sirvan para algo. Por tanto, desisto. Me rindo ante la evidencia de lo inútil de seguir hablando nada. Prefiero, románticamente hablando, rendirme ante el corazón y la seducción de una mujer hermosa y fascinante como cantan los Rainbow, pero tampoco me ha tocado. Que sirva esta canción del ecléctico de Ritchie Blackmore para manifestar mi rendición ante la evidencia de que el terrorismo capitalista nos destruye sin piedad y que además nosotros pagamos la vaselina. Es así.